El levantamiento de párpados o blefaroplastia es un tratamiento que está ganando mucha popularidad últimamente. A pesar de ello, aún hay mucha gente que no se convence de someterse a esta cirugía debido a que no están plenamente seguros de que sea adecuada para sus casos concretos. Hoy vamos a tratar de despejar esta duda.

Cuándo hacerse una blefaroplastia

Por regla general, una blefaroplastia es la opción perfecta si te preocupa cualquiera de los siguientes problemas:

  • Párpados caídos: Los párpados superiores a veces se caen hasta el punto no sólo de ser estéticamente poco atractivos, sino que también pueden llegar a provocar problemas en la visión. Un exceso de piel, la debilidad muscular o el daño en los nervios puede hacer que nuestros párpados estén caídos, gracias a la blefaroplastia podemos solucionar este problema.
  • Rejuvenecimiento de la piel de los ojos: Mientras que los párpados caídos se refieren a los párpados superiores, que cuelgan demasiado bajo, los párpados caídos ocurren cuando se pierde elasticidad en la piel a medida que envejecemos. Esta afección, a menudo acompaña a otros signos del envejecimiento como pequeñas arrugas. Un levantamiento de cejas o estiramiento de la frente, podría suavizar la piel, pero el paciente acaba con una apariencia diferente y no necesariamente más juvenil. Sin embargo, con la blefaroplastia, por lo general se corrige ese problema en un único procedimiento.

Aunque hay una gran cantidad de cosméticos en el mercado que prometen resultados para tener una apariencia de la piel que rodea los ojos más juveniles y aunque estos pueden funcionar en mayor o menor medida, muchas veces es necesario una corrección quirúrgica para abordar estos casos más problemáticos. En la mayoría de estos casos, la blefaroplastia es la opción más recomendable y que proporcionará los mejores resultados.

En caso de duda, lo más recomendable es que contactes con un profesional que le pueda asesorar y ayudarle a decidir si este tipo de intervención es adecuada para ti o no. Aunque como en todos los procesos quirúrgicos, conlleva ciertos riesgos, la blefaroplastia es una intervención sencilla y los resultados son muy satisfactorios para todo aquel toma la decisión de tratarse mediante este método.