Nuestro cabello está sometido de forma constante a diferentes factores que lo estropean. Éstos lo vuelven reseco, estropeado, quebradizo y sin brillo. Para ello, un tratamiento para cabello seco puede ser una formidable solución, pero también hay que tener en cuenta otros aspectos.
Los cambios climáticos, el cloro de la piscina, la humedad o demasiada exposición al sol, son agentes que maltratan nuestro cabello. Además, solemos tener unos hábitos que también resecan el cabello. Entre ellos está frotar el pelo con la toalla, ducharnos con agua muy caliente, usar demasiado champú o usar mucho el secador o la plancha.
¿Qué podemos hacer para cuidar el cabello seco?
Un buen consejo es no peinarse con el pelo húmedo, dado que, en esta condición, el cabello es más frágil. Lo que hay que hacer es secarlo con la toalla sin frotar, a base de pequeños golpecitos. Cuando esté húmedo podremos comenzar a peinarlo. En este caso, deben usarse cepillos y peines de cerdas naturales y puntas gruesas. De esta forma, podremos desenredarlo sin hacerle daño.
El aire caliente o la plancha es uno de los grandes enemigos de nuestro cabello. El calor que desprenden afecta directamente a la raíz de nuestro pelo, pero también lo maltratan, haciendo que sea más quebradizo y seco. Si no hay otro remedio que usarlo, siempre será más recomendable optar por el aire frío y mantenerlo a unos 15 centímetros de la cabeza.
A la hora de ducharse hay que hacerlo siempre con agua templada y no con agua caliente porque daña el cabello. Recuerda, siempre con agua templada y si lo puedes soportar, acaba con un buen chorro de agua fría. Esto revitalizará tu melena y le apostará brillo.
Hay que elegir el champú adecuado
Otro factor de gran importancia es la elección de un buen champú. En este caso, hay que apostar por cuidar nuestro cabello y para ello hay que gastar un poco más. Comprar un champú de calidad es más caro, pero nos ayudará a cuidar el cabello, que es nuestro objetivo.
Ni todos los champús son iguales ni sirven para poder tratar el pelo seco. Hay que asegurarse de que los champús estén libres de sulfatos, que cuenten con un pH neutro y si puede ser, que tengan aceites esenciales. Entre ellos se pueden destacar el aceite de coco, oliva o el de rosa mosqueta entre otros.
No hay que olvidarse de las mascarillas caseras con las que poder aportar un plus de hidratación a nuestro cabello. Aloe vera, plátano, aguacate, yogur… seguro que encontrarás infinidad de propuestas para hidratar tu cabello.
Para finalizar, no te olvides de limpiar tus peines y cepillos dado que tras cada uso van acumulando polvo y grasa. Si no los lavamos, nuestro pelo se ensuciará y perderá brillo y suavidad.