El colágeno es una proteína que tenemos en el cuerpo de forma natural, aunque hay varios tipos de colágeno, a groso modo podemos decir que forma parte de la estructura del tejido conjuntivo que es la que envuelve y protege los músculos, así como los órganos vitales. Es por esto que es fundamental para la salud que tienen nuestros huesos, nuestros ligamentos, tendones, piel, vasos sanguíneos, encías y cuero cabelludo.

Como todas las proteínas, tiene largas cadenas de aminoácidos, en especial de prolina e hidropoxilina. Las cadenas se enrollan y se entrelazan entre sí y originan triples enlaces de colágeno, que son las fibras que garantizan la resistencia y la flexibilidad de los tejidos.

La importancia de tomar colágeno

Nuestro cuerpo tiene la capacidad de fabricar colágeno, pero con el paso de los años, se reduce, para que nos hagamos una idea, cuando cumplimos los 30 años, aproximadamente se produce la mitad que cuando teníamos 15. Además, hay otros factores que influyen negativamente como el estrés, la contaminación, el tomar en exceso el sol, la falta de sueño o los medicamentos, entre otros, que hacen que el colágeno se degrade más, acelerando el envejecimiento.

Seguramente ya te estés dando cuando de para qué sirve tomar colágeno. Para lograr que la degradación que sufre el colágeno se minimice debemos aportar nutrientes que favorezcan la síntesis, obtener estos nutrientes directamente de nuestra dieta es complicado ya que se encuentra en partes gelatinosas de los animales, por ejemplo, en los embutidos o en platos tradicionales en los que entran en juego las tripas… pero este tipo de alimentos no es aconsejable consumirlos pues nos pueden acarrear problemas de salud.

Lo que sí es recomendable es hacer una dieta con alimentos que eviten la degradación, entre los que incluimos cereales integrales, ricos en vitaminas del grupo B, verduras que tengas hojas verdes y proteínas que sean consideradas de buena calidad, tanto animal como combinación de vegetal con cereal. Al mismo tiempo se debe evitar, sobre todo, el azúcar refinado y alimentos que aumenten la glucemia, ya que está relacionado con la glicación, proceso en el que el colágeno pierde fuerza y flexibilidad. Además de seguir estos consejos que os damos, otra buena medida que podemos aplicar es tomar un complemento alimenticio rico en colágeno, para garantizar su unos niveles óptimos. Pulsa aquí para encontrar algunos complementos.

Es importante destacar que no todo el colágeno que comemos el organismo lo utiliza con la misma eficacia y rapidez. El colágeno es una molécula grande y compleja, difícil de absorber por el aparato digestivo. Si el ingerimos crudo, prácticamente no se aprovecha e incluso puede provocar digestiones largas y pesadas, con flatulencia y malestar. Estos problemas se solucionan con la industria de los complementos alimenticios, ya que muchos ofrecen un colágeno en forma hidrolizada, es decir, péptidos de colágeno, formas más pequeñas y predigeridas que facilitan la absorción y utilización.