Los trastornos de conducta preocupan a muchos padres que llevan a sus hijos al hospital de día Orientak en busca de ayuda por los mejores profesionales. No en vano, la hiperactividad o el TOC son trastornos del comportamiento que desestabilizan y preocupan a los padres, pero también a quienes trabajan en el entorno escolar. Intentemos comprender el origen de estos trastornos del comportamiento y las diferentes soluciones para tratarlos.

¿Cuáles son las posibles causas de los problemas de comportamiento de los niños pequeños?

Durante su desarrollo, todos los niños pueden presentar problemas de comportamiento. Por ejemplo, en el jardín de infancia, muchos niños muestran un comportamiento de oposición, que no es una parte preocupante del crecimiento. Sin embargo, cuando los problemas de comportamiento difieren de lo normal, si se vuelven persistentes y repetitivos, pueden ser preocupantes.

Las causas de los problemas de comportamiento no son bien conocidas

. Se cree que se basan en diversos factores, como el temperamento del niño, anomalías biológicas, factores genéticos o factores sociales, psicológicos o emocionales. Estas causas pueden variar según el tipo de trastorno del niño y, por supuesto, según cada caso.

Las causas de los trastornos de conducta podrían deberse a una carencia emocional, educativa o social o a un trauma en la primera infancia. La malicia moral o física, un contexto familiar en el que no se deja hablar al niño, un entorno social desfavorecido o incluso la separación de los padres son factores que pueden provocar problemas de comportamiento.

El niño muestra su malestar a través de su comportamiento, especialmente si es muy pequeño y aún no puede verbalizar sus emociones.

¿Cómo tratar los problemas de comportamiento de los niños pequeños?

Se trata de un tema delicado, ya que los padres a menudo se sienten impotentes ante estos trastornos y no siempre comprenden que se puede proporcionar ayuda. Además, temen que se medique a su hijo, que se le considere un niño «anormal» y que se cuestione su educación.

Según un informe de la Organización Mundial de la Salud, OMS, y en contra de la creencia popular, los problemas de comportamiento son comunes en la infancia. Sin embargo, es esencial hacer un diagnóstico sin dejar de ser cauteloso: ciertos trastornos como la ira, la agitación o la agresividad pueden ser reactivos a un acontecimiento y, por tanto, formar parte de una fase normal del desarrollo de los niños.

A menudo es antes de los 8 años cuando algunos niños desarrollan problemas de comportamiento. Por ello, es importante detectarles a tiempo para que exterioricen sus emociones en lugar de contenerlas. Sobre todo porque estos trastornos pueden conducir al fracaso escolar. Si te preocupa que tu hijo esté desarrollando un trastorno del comportamiento, no dudes en consultar al médico o pediatra. El médico examinará a tu hijo, pedirá un historial de su desarrollo, hará preguntas sobre el entorno y los hábitos del niño y observará su desarrollo psicomotor. Para hacer un diagnóstico, el médico comprobará que los síntomas están presentes en casa, en la guardería, en el centro de día o en el colegio y que han estado presentes y son repetitivos durante varias semanas. Si es necesario, el médico recomendará pruebas psicológicas y neuropsicológicas, una evaluación logopédica y posiblemente un tratamiento. Aunque cada niño es diferente y el diagnóstico se hace caso por caso, el apoyo educativo y pedagógico, así como un enfoque psicológico, pueden ser suficientes para que el niño recupere gradualmente el equilibrio y una vida normal.