Uno de los casos más comunes que nos podemos encontrar un centro de tratamientos de adicciones es la de una mujer u hombre adicto a la heroína. La adicción a la heroína, por desgracia, sigue estando muy extendida, siendo una de las drogas más consumidas por mujeres.

Existen diferentes tipos de heroína que difieren en calidad, tipo de impurezas y sustancias de corte que se han añadido durante o después de la producción. Los tipos más comunes son la heroína blanca y la heroína base («azúcar moreno»). La primera es la más «pura» de las que hay en el mercado, mientras que la segunda es la heroína marrón básica. El «blanco» es mucho más fuerte que el «base», que, por sus características, es más adecuado para fumar. La heroína puede consumirse inyectándose, por inhalación, aspiración o también puede fumarse. El método de administración más habitual es por inyección. Los otros modos de administración suelen elegirse para evitar los riesgos de infección asociados a las inyecciones, a veces con la creencia errónea de que es menos probable que provoquen adicción a la heroína.

Los efectos de la heroína

Los efectos de la heroína dependen en gran medida del modo en que se consume: la inyección intravenosa causa una gran intensidad de los efectos y un rápido inicio de la euforia que dura aproximadamente unos 8 segundos, mientras que la inyección intramuscular produce un inicio relativamente lento de la euforia que dura hasta 8 minutos. Cuando se inhala o se fuma, el efecto más fuerte se consigue generalmente entre los primeros 10 y 15 minutos. Hay que decir que los efectos percibidos de esta sustancia dependen entonces de las características de la persona que la toma, del momento concreto en que lo hace y del nivel de estructuración de la conducta de consumo en un verdadero trastorno de adicción a la heroína.

La euforia, o popularmente conocida como «subidón», es la principal causa por la que esta droga resulta tan adictiva. El subidón (descrito por algunos como similar al orgasmo) dura de unos segundos a un minuto. Una vez que ha pasado, el estado que sigue es de semivigilancia. Se produce un alejamiento de la realidad y un efecto sedante sobre el sistema nervioso central: la coordinación y la concentración se reducen y el habla es confusa y lenta. Por otro lado, las funciones mentales se nublan durante unas horas. Se alcanza un estado de fuerte bienestar, de extrema tranquilidad interior o de profunda satisfacción.

A largo plazo, el consumo de heroína puede llegar a ser totalmente devastador: la adicción genera consecuencias físicas, pero también mentales y sociales. A largo plazo, se desarrollan una serie de problemas físicos que incluyen: inmunodeficiencia, exposición a todo tipo de enfermedades infecciosas (VIH/SIDA, tuberculosis, hepatitis B y C); trastornos hepáticos, también trastornos respiratorios y cardíacos. Se puede producir colapso venoso, abscesos cutáneos graves, trombosis venosa, estreñimiento crónico, irregularidad menstrual e infertilidad en las mujeres. Impotencia en los hombres; hábitos alimentarios poco saludables, pérdida de peso; graves trastornos emocionales y cognitivos.

La persona adicta experimenta rápidamente una dependencia física de la heroína, caracterizada por una mayor tolerancia a la droga y la aparición del síndrome de abstinencia. La tolerancia se define como una necesidad creciente de dosis más altas de la droga a lo largo del tiempo para conseguir el efecto eufórico deseado. Si nos centramos en la heroína, tras mucho tiempo consumiendo, llega un momento en que el efecto eufórico desaparece, pero como el cuerpo se ha acostumbrado a la presencia de la droga en su sistema, la necesita para funcionar normalmente y «la pide». La dependencia psicológica de la heroína se manifiesta por un deseo constante de tomar la sustancia, seguido de un estado de ánimo negativo.

Qué hacer en caso de adicción

Dejar por uno mismo la droga no es una tarea fácil, si eres familiar de un adicto o si eres adicto, lo adecuado es asistir a un centro donde puedan aportar la ayuda psicológica adecuada para que el adicto pueda superar poco a poco la adicción. No será un proceso rápido, pero se puede conseguir con la ayuda profesional adecuada.