Nos encontramos en plena época navideña y ello conlleva una serie de abusos sistemáticos que, en muchos casos, terminan por pasarnos factura.
Las situaciones sociales son las principales involucradas en nuestros cambios de alimentación y los problemas se suelen resumir siempre en los mismos: ingesta excesiva de comida, ingesta excesiva de alcohol y descontrol de horarios de comida.
Pudiera parecer que esto no son problemas, dado que se llevan a cabo de manera puntual solamente una vez al año. Pero, al darse de manera prolongada, nos encontramos con que muchas personas si que se ven afectadas por estos cambios en las rutinas alimentarias y terminan por pasar unos malos días u optan por una «desintoxicación» post navideña.
Lo mejor es seguir unas pautas sencillas desde un primer momento para así evitar el «atracón navideño» que nos acosa todos los años:
- Come «lo habitual»: En este caso, más que referirnos al menu nos referimos a las cantidades ingeridas. Lo habitual es que, en navidades, consumamos muchos más alimentos de los que comemos habitualmente y esto da lugar a los típicos «empachos», a la «acidez» y al descontrol de comidas.
Evidentemente comeremos alimentos que no son los habituales pero debemos tratar de comer en raciones normales y sin excedernos demasiado. - Tratar de comer equilibrado: esta claro que se trata de una época en la cual comemos productos más calóricos pero esto puede equilibrarse si en el otro lado de la balanza incluimos alimentos que sean bajos en grasa. Es decir podemos tomar comidas más calóricas aunque no demasiado copiosas y, durante la cena, optar por tomar alimentos más ligeros y que mejoren nuestra digestión.
- No excederse con el alcohol: es normal beber algo más durante las fiestas pero siempre sin excederse. El alcohol no tienen ningún beneficio sobre nuestro organismo y, si abusamos de él, solamente nos encontraremos con consecuencias negativas.
Con estas sencillas pautas conseguiremos pasar unas navidades más tranquilas y nuestro estómago, sin duda, lo agradecerá.