Con el paso del tiempo, es muy probable que sintamos que esa chispa inicial que se convertía en un torrente de amor y que caracterizaba a nuestra relación de pareja se ha ido apagando poco a poco hasta llegar a sentirnos en una penumbra sentimental.
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Estamos acostumbrados a escuchar que los primeros años de relación son mágicos, y que esas “mariposas en el estómago” terminan desapareciendo. Si nos lo proponemos, esa llama puede continuar acompañando nuestra relación de una manera permanente.
Para conseguir que la llama del amor nos acompañe para siempre en nuestra relación de pareja, debemos no descuidar ciertos aspectos que en muchas ocasiones con el tiempo vamos dejando a un lado.
- Piropea a tu pareja. Es importante decirle cosas bonitas a tu pareja de manera diaria. No vale con un estás muy guapa/o, debemos concretar algo más… Recurre a te sienta muy bien el rojo de ese jersey, ese peinado resalta tus ojos etc.
- Contacto físico. El contacto piel con el piel es muy importante. Acaricia la cara de tu pareja, dale un beso antes de irte a trabajar y otro a tu regreso…
- Compartir vuestro tiempo libre. Realizar actividades juntos y disfrutar de ellas es vital para que una pareja se mantenga unida. Optar por salir a pasear, a cenar, al cine… son actividades placenteras y distendidas que potenciarán la unión de la pareja.
- Innovar en la cama. Una buena alternativa es acabar con la rutina en las relaciones sexuales. Algunas opciones que se pueden considerar es el cambio de escenario en los encuentros sexuales, utilizar nueva lencería, organizar una velada romántica, utilizar juguetes sexuales…
- Reíros juntos. Es importante pasar buenos momentos en pareja, que fluya la complicidad entre los dos y disfrutéis de risas y momentos ociosos.
En definitiva, una relación es como un jardín. Debemos preocuparnos cada día por cuidarle, y dedicarle nuestro tiempo para que las flores no se marchiten.
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