Muchas personas desconocen la estrecha relación que tiene con un tema muy concreto la tiroides: ganar peso.

La tiroides es una glándula perteneciente al sistema endocrino, encargada de la regulación de las funciones metabólicas. Principalmente, actúa sobre importantes órganos como son el hígado o el corazón. En el primero, desempeña una función mediando en el metabolismo del colesterol y la síntesis de glucosa. En el segundo, ayuda a mantener la frecuencia cardiaca. Por otro lado, también interviene en el músculo, donde facilita el empleo de los nutrientes para su correcto funcionamiento.

El desarrollo neurológico y el crecimiento somático de los niños también se ven influenciados por sus importantes funciones.

¿Qué patologías pueden causar variaciones en su funcionamiento?

La existencia de diversas patologías, que pueden afectar notablemente a la glándula tiroides, será causa de cierto déficit o de cierto exceso en su funcionamiento. Este déficit recibe el nombre de hipotiroidismo; por otro lado, cuando la glándula funciona en exceso se denomina hipertiroidismo.

La principal causa del hipotiroidismo es de naturaleza autoinmune; esto significa que los anticuerpos dirigidos contra la glándula tiroides causaran su atrofia. Existen otras causas del hipotiroidismo, como son las de naturaleza postquirúrgica o post tratamiento a base de yodo. Estos pueden darse cuando se extirpa una glándula, o cuando se ha llevado a cabo un tratamiento con yodo radiactivo.

El hipertiroidismo, por otro lado, tiene como causa, sobre todo en los jóvenes, la naturaleza autoinmune. Conocida como “Enfermedad de Graves”, consiste en el hecho de un exceso en la producción de anticuerpos, que lleva a la glándula a funcionar de más.

Cuando se trata de personas de más edad, la principal causa del hipertiroidismo es, habitualmente, la presencia de uno o más nódulos en la glándula tiroides, con lo que se produce más hormona de la que sería conveniente.

¿Qué relación tiene con este hecho la glándula tiroides: ganar peso?

La glándula tiroidea, como encargada de regular la temperatura corporal, permite que nuestro organismo queme calorías y utilice la energía, y esto lo hace mediante la secreción de hormonas.

Dichas hormonas, indispensables para el buen estado de nuestra vitalidad en general, favorecen el consumo de oxígeno y glucosa que llevan a cabo las células.

Si existe un déficit de las hormonas tiroideas, hipotiroidismo, las funciones vitales se ven ralentizadas, produciéndose un descenso general del metabolismo. Esto provocará que la persona afectada sufra una continua sensación de cansancio, y además, será entonces cuando aparecerá una tendencia a retener líquidos.

Por ello, el hipotiroidismo lleva a quién que lo padece a un muy probable aumento de peso; el cual no será consecuencia de comer demasiado, sino por la dificultad de quemar grasas, inherente al hipotiroidismo.