A todas, tarde o temprano, debería preocuparnos la salud de nuestra piel. Tenerla en buen estado, tersa, radiante y con vida, es uno de los objetivos de muchas mujeres, sobre todo las que pasan de 40 años aproximadamente. En el mercado hay muchos tipos de crema hidratante con precios de lo más variado, pero… ¿sabías que puedes hacer una buena crema hidratante en casa?
En este artículo queremos compartir contigo una receta especial para que hagas una crema de calidad que seguramente no tendrá nada que envidiar a cualquier otra que puedas encontrar en el mercado.
Cómo hacer una buena crema hidratante
Todos los ingredientes que forman parte de esta crema son fáciles de encontrar, por lo que no tendrás ningún problema en hacerte con ellos y preparar una crema de la que estamos seguras de que te quedarás asombrada.
Para hacer esta crema hidratante necesitarás estos ingredientes:
- 1/3 taza de aceite de coco (si es puro, mucho mejor)
- 1/3 taza de manteca de karité (también pura)
- 10 gotas de esencia de lavanda.
- 5 gotas de esencia de manzanilla (este ingrediente es opcional)
- Un tarro resistente para guardar el producto final.
Modo de elaboración
Lo primero que debemos hacer es meter la crema de karité durante unos 30 segundos en el microondas para que se quede como la mantequilla atemperada, aunque también se puede calentar al baño maría, pero no queremos que llegue a quedarse líquido sino en pomada, con una textura muy untuosa.
Esto facilitará la mezcla con el resto de ingredientes dado que la manteca de karité tiene una textura muy espesa y podría costar bastante esfuerzo conseguir trabajarla con el resto de ingredientes de esta crema hidratante.
Cuando tenga la textura deseada incorporaremos el aceite de coco, cuanto más puro mejor y a temperatura ambiente, pero sin llegar a estar líquido. Ahora mezclaremos bien los dos ingredientes durante unos 15 minutos, algo que podemos hacer a mano ayudándonos de unas varillas para que se incorpore mejor un elemento con otro, aunque también podemos hacerlo con la batidora a una velocidad baja.
Una vez estén los dos productos completamente mezclados, el siguiente paso es añadir las gotas de aceites esenciales que queramos, en este caso hemos elegido lavanda y manzanilla. Una por el agradable olor que tiene y otra por el efecto relajante que nos aportará además de ser desinfectante y productos tolerados por cualquier clase de piel, sobre todo las sensibles.
Ahora hay que poner la crema resultante en un tarro y guardarlo siempre protegido de la luz y la humedad. De esta forma mantendrá durante más tiempo sus propiedades. Por eso es importante que el frasco no sea de cristal transparente.
Ya sabes cómo hacer una estupenda crema hidratante casera que seguramente no tendrá mucho que envidiar a otras cremas normales que puedas encontrar en el mercado. Además, siguiendo estas proporciones podrás conseguir hacer una gran cantidad de ella para que siempre tengas la piel en el mejor estado posible.
¿Te animas a prepararla?