¿Estás cansado de quitarte las sandalias mujer y encontrarte con dolorosas ampollas? ¿Te duele el pie con un calzado que no te hace sentir cómodo y seguro? Si es así, quizá quieras plantearte cómo evitar hacerte daño con sandalias.

Llevar sandalias es una gran idea para mantener los pies frescos y cómodos en un caluroso día de verano. Sin embargo, también pueden resultar rápidamente incómodas debido a las ampollas y otras lesiones que pueden producirse cuando no están bien ajustadas o se llevan durante largos periodos de tiempo. Aprender a evitar lesionarte con las sandalias te ayudará a mantener los pies en plena forma durante toda la temporada.

1. Elige la sandalia adecuada

Primero lo primero, si tus sandalias te están causando problemas, puede que sea hora de empezar a buscar un par nuevo. El tipo de sandalia adecuado para ti puede marcar la diferencia en la comodidad y seguridad de tus pies. Algunas cosas que debes tener en cuenta al elegir la sandalia adecuada son un buen soporte del arco plantar, correas ajustables y una suela gruesa para amortiguar los golpes. Además, es importante asegurarse de que la sandalia se ajusta realmente a tu pie, ya que de lo contrario también puede causar lesiones y molestias.

2. Ablándalas

Si compras un par de sandalias nuevas, es importante que las apliques antes de usarlas durante periodos más largos. Empieza llevándolas por casa durante poco tiempo, y aumenta gradualmente la cantidad de tiempo hasta que tus pies empiecen a sentirse cómodos con ellas. Esto te ayudará a prevenir la aparición de ampollas y otras lesiones en los pies.

3. Protege tus pies

Si piensas caminar mucho o participar en alguna actividad con las sandalias puestas, quizá debas considerar la posibilidad de colocar una capa protectora entre tu piel y las sandalias. Esto puede incluir llevar calcetines ligeros, o utilizar almohadillas o plantillas que puedan ayudar a absorber el impacto de caminar y reducir la fricción entre las sandalias y tus pies. Esto puede ayudar a prevenir las ampollas, y también a que tus pies estén más cómodos.

4. Mantenlas limpias y secas

Una de las mejores formas de mantener tus pies seguros y sanos con tus sandalias es asegurarte de que se limpian y secan adecuadamente. Puedes limpiar tus sandalias con un poco de agua y jabón, y luego asegurarte de que estén completamente secas antes de volver a ponértelas. Esto puede ayudar a reducir la cantidad de bacterias y hongos que pueden formarse en las sandalias, lo que puede ayudar a prevenir la aparición de infecciones y otros problemas.

Tener ampollas y otras lesiones en los pies puede arruinar una buena salida con los amigos o la familia, y hacer que resulte incómodo andar todo el día. Para evitar que ocurran estos problemas con tus sandalias, es importante elegir el par adecuado para ti, calzarlas, proteger tus pies y mantenerlos limpios y secos. Seguir estos sencillos pasos puede ayudarte a evitar hacerte daño con tus sandalias este verano, y a mantener tus pies cómodos y sanos.