En muchas ocasiones, solemos decir que nuestro metabolismo tiene la culpa de que engordemos o no consigamos hacerlo por mucho que comamos. Lo primero que hay que hacer es saber qué es exactamente el metabolismo y poder entenderlo.

De una forma sencilla podemos decir que es el proceso que realiza nuestro organismo al convertir la comida en energía, proceso en el que intervienen diferentes reacciones químicas para conseguir ATP (Adenosín Trifosfato) la molécula que utilizan las células como su fuente de energía química.

El metabolismo no es algo que controlemos al 100%, digamos que es “automático” en cierta forma, eso se llama metabolismo basal. Éste consiste en el consumo continuo de energía para poder respirar, hacer que el corazón bombee la sangre, movernos, etc., consumiendo aproximadamente el 70% de la energía que consumimos.

¿De qué depende el metabolismo basal?

Depende de muchos factores pero los más importantes es el sexo, el tamaño de los músculos y la edad. Respecto al sexo, se nos recuerda que, generalmente, los hombres tienen más músculos y menos grasa, lo que hace que se consuman más calorías.

En lo relacionado con el tamaño de los músculos, cuanto más se tenga, más calorías se consumen cuando estamos en reposo. Finalmente, la edad también tiene que ver con nuestro metabolismo basal dado que cuanto más mayores seamos, menos masa muscular tendremos y la quema de calorías reduce bastante su ritmo.

Por otro lado, hay otras formas de gastar energía, la actividad física, dese algo tan sencillo como limpiar el polvo y hacer las tareas de la casa, dar un buen paseo o practicar deporte y también haciendo la digestión, donde se consume alrededor de un 10% de energía.

Ahora que ya conocemos un poco más sobre el metabolismo podemos decir que el metabolismo puede ser adaptado, pero debemos hacerlo de manera controlada y evitar someternos a dietas supuestamente milagrosas si lo que queremos es perder peso porque lo que realmente hacen es reducir el metabolismo, con lo que se consume mucha menos energía pero se acumula más grasa y se pierde músculo.

Si decidimos hacer ejercicio físico, aumentaremos el consumo de energía y poco a poco iremos acelerando nuestro metabolismo, aportando muchos beneficios a nuestro organismo como pérdida de grasa, mejoraremos el sistema respiratorio y cardiovascular, aumentaremos nuestra resistencia, ganaremos músculo y perderemos grasa.

Lo mejor de todo es que para poder adaptar nuestro metabolismo no tenemos que tener una edad o sexo específico, simplemente motivación y ganas de hacerlo. Poco a poco notaremos cómo nuestro se va adaptando a las condiciones que le impongamos y gozaremos de un mejor estado físico.

Recuerda, que si tu metabolismo está como está, es por qué tú quieres, tú puedes cambiarlo.