Aunque no es tan utilizado como el masculino, es importante saber que el preservativo femenino es una de las alternativas que tenemos a nuestra disposición para proporcionarnos más seguridad en nuestras relaciones y evitar tanto embarazos no deseados como enfermedades de transmisión sexual.

Los expertos coinciden en que es un método que correctamente usado es muy eficaz y permite realizar muchos juegos previos y posteriores a la penetración. Se puede colocar desde el principio o incluso hasta ocho horas antes.

Este método anticonceptivo se puede comprar en las farmacias y una de sus principales características es que aumenta exponencialmente el control de la fertilidad en la mujer así como de su fertilidad.

Características del preservativo femenino

Está fabricado en nitrilo y es una funda transparente que tiene dos anillos flexibles en cada extremo. Uno, el más pequeño, es el que se introduce dentro de la vagina y otro, más grande, es el que permanecerá en la parte exterior de la vagina, cubriendo su pate exterior.

Por otro lado, cabe destacar que permite la utilización de lubricantes, siempre que tengan base de aceite o agua. Además son recomendables en casos en los que haya falta de lubricación.

Utilización del preservativo femenino

Aunque no es difícil de utilizar, para usarlo tranquilamente hay que tener cierta práctica, por ello se recomienda probar varias veces para que vayamos familiarizándonos poco a poco con él.

Para colocarlo hay que sostener el preservativo con el anillo externo hacia abajo. Debemos sujetar el anillo de la parte cerrada del preservativo y apretarlo entre los dedos índice y pulgar, de forma que quede largo y estrecho.

El siguiente paso es elegir una posición que nos resulte cómoda para su colocación. Introduciremos el aro interno en la vagina, empujaremos con el dedo índice el aro interno todo lo profundo que podamos.

Debemos asegurarnos que el anillo externo quede completamente colocado y cubriendo los genitales externos. Una vez puesto tendremos que guiar el pene con la mano hacia el centro del preservativo femenino, evitando que se introduzca entre la pared y la vagina y la parte exterior del preservativo.

Cuando se haya finalizado la relación, retiraremos el preservativo apretando el anillo externo, retorciéndolo para dejar el semen en el interior y tiraremos hacia afuera de manera suave.

¿Tiene algún riesgo el preservativo femenino?

Es importante destacar que el preservativo femenino no debe utilizarse junto al preservativo masculino porque si se utilizan los dos, la fricción provocará casi con total seguridad la rotura de uno o de ambos. Además hay que tener presente que sólo puede utilizarse una sola vez.

Al igual que sucede con muchos otros métodos anticonceptivos que hay en el mercado, con este método hay que utilizarlo correctamente para evitar que se rompa y que corramos algún riesgo que pueda poner en peligro nuestra salud o podamos quedar embarazadas.

Ahora ya sabes cómo es este método anticonceptivo, cuáles son sus principales características y cómo se utiliza. Ya tienes otra alternativa más de cómo protegerte en tus relaciones sexuales.