¿Te suena a chino la palabra? El contouring es un procedimiento de maquillaje en auge que permite sacar un mayor partido al mismo mediante un correcto uso del maquillaje en función del tipo y forma del rostro que se posea.

Para llevar a cabo el contouring se pueden utilizar bases de maquillaje, sombras de ojos, correctores e incluso polvos de sol.

La técnica consiste en establecer las luces y sombras necesarias en el rostro para conseguir ciertos efectos como por ejemplo afilar una nariz más bien ancha o mostrar un rostro más alargado en una cara redonda.

Según la forma de tu rostro deberás incidir en unos puntos u otros:

  • Si deseas una cara más alargada, debes aplicar base de maquillaje en frente y mentón y en el resto del rostro polvos bronceadores de un tono suave.
  • Si por el contrario quieres que tu rostro sea más rectangular debes marcar bien la parte de la sien y después marcar la mandíbula con una base oscura.
  • Para evitar lucir una cara demasiado redonda es recomendable llevar a cabo la técnica del claroscuro alrededor de todo el rostro.
  • Si tu cara es demasiado cuadrada marca bien la sien y las mandíbulas con una sombra oscura y utiliza un corrector para frente y mentón. Imprescindible difuminar bien con un pincel.
  • En caso de la forma de tu cara sea un triángulo invertido, debes procurar poner un tono claro en los pómulos y aplicar en la sien y el mentón tonos más oscuros. Nuevamente imprescindible difuminar.
  • Si tu cara es excesivamente puntiaguda marca todo el contorno de tu rostro difuminando un tono oscuro con uno más claro.
  • Si tu cara tiene forma triangular, el objetivo será redondearla. Para ello debes marcar la parte superior de tu rostro para igualar la forma a la parte inferior y conseguir la armonía y el equilibrio deseado.

tipos-de-rostro

¿Te atreves con el contouring?