Por qué no debe intentar cambiar a su pareja

No se pueden enseñar trucos nuevos a un perro viejo. Un tigre nunca cambia sus rayas. Hay una razón por la que hay tantos tópicos sobre la incapacidad de cambiar.

Cuando salías por primera vez, tu pareja no podía equivocarse. Te cortejaba y enamoraba tan bien que apenas te dabas cuenta de sus extravagantes hábitos. Pero ahora, después de años de matrimonio, lo que antes era una peculiaridad bonita se ha convertido en una peculiaridad irritante.

Puede que quieras que cambien, pero recuerda esto: animar a alguien a ser su mejor versión es una cualidad admirable de una pareja solidaria, pero intentar cambiar a tu cónyuge a la fuerza puede hacer más daño que bien, para ambos.

Es natural que las parejas cambien y crezcan, pero esto es algo que debe ocurrir de forma natural, no algo que debas perseguir exhaustivamente.

Incluso existe una investigación  que muestra que el cambio de pareja no cambia la dinámica de la relación en sí.

Así que veamos algunas de las razones por las que nunca debes intentar cambiar a tu pareja.

Áreas comunes que la gente intenta cambiar

No cambies a tu pareja: es una frase que todos hemos oído, pero algunos no hacen caso a este sabio consejo. Nunca es prudente entrar en una relación pensar que puedes cambiar a tu pareja. Los cambios positivos se producen con el tiempo, no a la fuerza. Estas son algunas de las cosas más comunes que la gente intenta cambiar en las relaciones.

  • Religión y política: Tú eres de izquierdas, él es de derechas. Tú eres cristiano, ella es atea. Cuando te apasionan las diferentes creencias, esto puede crear confusión en tu relación, especialmente si intentas cambiar las creencias de tu pareja.
  • Vivienda: Si has soñado con mudarte a otro estado o país y tu pareja se niega a dejar su ciudad por vínculos familiares o laborales, esto no es algo que vaya a cambiar pronto.
  • Desacuerdos sobre la planificación familiar: Tú quieres hijos, ella no. Tú quieres 5 hijos, ella quiere uno. Es muy difícil cuando dos miembros de la pareja tienen sentimientos diferentes sobre tener hijos.

Puede que entres en una relación con la esperanza de que tu cónyuge madure y cambie de opinión con el tiempo, pero intentar cambiar su opinión sobre la formación de una familia es peligroso para ambas partes.

  • No te gustan sus amigos o su familia: Cuando las parejas se juntan por primera vez es natural que se alejen de los amigos y la familia durante un tiempo, pero no esperes que tu cónyuge abandone a su mejor amigo o su relación familiar cercana sólo porque a ti no te gusten.
  • Problemas de salud mental: Los problemas emocionales y mentales pueden ayudarse con medicamentos recetados o terapia, pero no son algo que puedas cambiar personalmente de tu pareja.

Intentar cambiar a tu pareja puede dañar tu relación

Los daños que se producen al intentar cambiar de pareja

1. Es una falta de respeto

La presencia de respeto en una relación ambos miembros de la pareja se sienten seguros. El respeto indica que tus sentimientos siempre serán tenidos en cuenta, que tu felicidad y bienestar son importantes para tu pareja, y promueve un sentimiento de confianza, aprecio y empatía.

Ponerse en la misión de cambiar a su cónyuge es una gran falta de respeto para él y para su relación. Hay muchos hábitos que son saludables de romper, como fumar o comer en exceso, pero tratar de cambiar la personalidad de tu pareja no es uno de ellos.

Cuando le faltas el respeto a tu pareja, estás minando su autoestima, hiriendo sus sentimientos y degradando su sentido de sí mismo.

2. Crea distancia emocional

El crecimiento personal es fantástico. Todo el mundo tiene cosas, ya sean malos hábitos, objetivos o debilidades, en las que podría trabajar.

Cambiar los comportamientos y las respuestas de una pareja no siempre es algo malo. De hecho, es normal y considerado cuando se hace por la razón correcta. Por ejemplo, si le molesta a su cónyuge que se ponga a la defensiva con facilidad o que deje la ropa sucia en el suelo, sería amable y considerado con su cónyuge cambiar la forma en que maneja estas situaciones.

Pero si te encuentras constantemente tratando de cambiar a tu pareja, entonces le estás diciendo esencialmente que lo que tiene que ofrecerte no es lo suficientemente bueno. Esto puede alejarlos y provocar un distanciamiento en la relación.

3. No lo aceptarías

Probemos a invertir los papeles. ¿Cómo te sentirías si tu pareja te dijera constantemente que tienes que cambiar? ¿Se sentiría fortalecer su relación si te dijeran que se sentirían más atraídos por ti si te parecieras a X, que desearían que fueras más apasionado con Y, o que deberías ser más como Z? Probablemente no.

A nadie le gusta que le digan lo que tiene que hacer. A la hora de determinar cómo debes tratar a tu pareja, ponte siempre en su lugar. Piensa en cómo te sentirías tú si te criticaran constantemente.

4. Nunca estarás satisfecho

Intentar cambiar a tu cónyuge hará que se sienta indigno y te dejará emocionalmente agotado.

Tu cónyuge no es tu proyecto favorito y no eres responsable de los cambios que hagan en su vida. Aunque su amor y el estímulo pueden ayudar a tu pareja a alcanzar su potencial más rápido de lo que lo haría por sí sola, su viaje hacia un mejor yo es, en última instancia, el suyo propio.

No cambies a tu pareja. Si estás en tu relación con la idea de que sólo serás feliz cuando tu pareja se ajuste al molde que has diseñado para ella, no deberías estar en la relación.

O te gusta la persona con la que estás o no te gusta. Es tan sencillo como eso.

No cambies a tu pareja – Acéptala

Es natural que quieras lo mejor para tu pareja. Crecer juntos, cambiando y madurando y esforzarse por alcanzar su potencial son objetivos saludables para todas las parejas. Pero hay una gran diferencia entre animar a tu marido a ser lo mejor de sí mismo y tratar de cambiar por completo lo que es.

Esfuérzate por tratar a tu cónyuge con amor y respeto, disfrutando de él por lo que es ahora, no por lo que podría ser algún día.

Para bien o para mal, te has casado con tu cónyuge y con todas las pequeñas debilidades que le acompañan. No cambies a tu pareja, ¡cambia tu perspectiva!