Cuando se celebra una boda, siempre se tienen en cuenta todos los detalles para que la celebración salga a pedir de boca. Unos de los aspectos que no pueden faltar en una celebración de estas características son los detalles que se regalan a los invitados e invitadas. Los abanicos personalizados son una de las opciones que pueden regalarse en un evento como estos, pero… ¿sabemos cuál es el origen de los detalles de boda?

El origen de los detalles de boda

Según se dice, el origen de los detalles de boda se remonta a la Edad Media, momento en el que existía mucho simbolismo. Este simbolismo tenía la capacidad de unir tanto lo material con lo espiritual, algo que sucedía en todas las bodas del momento.

Se decía que el sabor de las almendras dulces era agridulce y que representaba el matrimonio. Lo agrio era lo malo y lo bueno lo dulce. Esa era una de las razones del por qué se regalaban almendras como detalle en las bodas. Incluso el número de almendras era importante. En Italia se regalaban cinco almendras porque representaban un aspecto muy importante del matrimonio. Salud, amor, dinero, fertilidad y felicidad.

Con el paso del tiempo todo fue cambiando y muchas de aquellas costumbres han ido caído en desuso. Hoy ya no se regalan almendras, hace tiempo se regalaban puros para los hombres y figuritas para las mujeres. Pero como todo, aquello ha cambiado, hoy en día ya no se hacen esos detalles, sino otros mucho más originales y exclusivos.

Todo el mundo quiere que la boda sea espectacular y que todo el mundo hable bien de ella. No hay que dejar de tener en cuenta el detalle de boda que se da a los invitados, los cuales deben estar personalizados para más éxito.

Todo un mundo de alternativas para regalar en una boda

Son muchas las alternativas que tenemos hoy en día para regalar con los invitados e invitadas. Una botella de vino para hombres, fulares o abanicos personalizados para mujeres, detalles de boda solidarios y un gran número de propuestas. En la imaginación está el límite y si queremos ser originales, tan solo hay que pensar un poco para marcar la diferencia con cualquier otra boda.

Lo importante es que con los regalos nadie se quede indiferente. De esta forma, podremos sorprender a todos los invitados, sobre todo por el nivel de originalidad y personalización. Todo ello para que nadie se olvide lo bien que se lo han pasado en la boda.

Seguro que cuando los invitados reciban los regalos y los vean, se sorprenderán. Por mucho menos dinero del que imaginamos, cualquier boda puede ser muy especial gracias a los detalles personalizados.