Quizás no tenías ni idea, pero España es uno de los países de todo el mundo con más problemas de alopecia y es por ello por lo que un implante capilar es la solución para muchas personas. La calvicie está reconocida como una enfermedad, aunque no suponga ningún riesgo para el organismo, pero sí puede ocasionar otros problemas relacionados con la estética y los complejos.

Esto es debido a los cánones sociales de belleza establecidos en la actualidad. De hecho, según un estudio de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) sobre los tratamientos contra la alopecia, al 63% de los encuestados les preocupaba perder el pelo. ¡Descubre cómo recuperar tu cabello!

¿Qué supone en realidad la alopecia?

El 90% de los casos de alopecia en nuestro país tienen un origen androgénico, es decir, la principal causa de la pérdida de pelo es la herencia genética. Y a diferencia de lo que se suele pensar, la calvicie no proviene de los genes paternos, sino que es el cromosoma X (femenino) el que determina el futuro de nuestra melena.

Lo cierto es que la calvicie no tiene cura, al menos reconocida, pero sí es posible frenar este proceso. Puedes hacerlo con tratamientos específicos y también a través del injerto capilar, una solución que ha ido ganando popularidad en los últimos años, pero que todavía genera muchas dudas a las personas con este problema.

Mucha gente interesada en la cirugía capilar puede sentir confusión y angustia al informarse sobre la calvicie, sus tratamientos y las recientes novedades científicas. Y es que ven tantas técnicas innovadoras que es normal perder la esperanza de encontrar una solución eficaz y sin consecuencias.

Sin embargo, la mayoría de estas técnicas tan novedosas son el producto de unos gastos descomunales en marketing. Pues digan lo que digan estas campañas publicitarias, entre los médicos solo existen dos técnicas efectivas de trasplante capilar: la FUE y la FUSS.

La diferencia entre una y otra solo radica en el instrumental que se utiliza durante las distintas fases de la cirugía. Y por supuesto, debes tener cuidado con las clínicas de dudosa procedencia y fiabilidad, pues la experiencia podría resultar un desastre y puede tener incluso consecuencias perjudiciales para tu salud.

Los dos únicos métodos para un trasplante capilar

Como hemos dicho, solo hay dos métodos para realizar un trasplante capilar: el método FUE y el FUSS. También hemos mencionado que solo se diferencian en la técnica empleada: el procedimiento de implantación del injerto es exactamente el mismo, pero no la forma de extraer las unidades foliculares.

Además, una técnica no es mejor que otra, solo responden a diferentes necesidades de cada paciente, adecuando la mejor solución en función del caso en cuestión. Veamos en qué consisten exactamente cada una de ellas:

  • Método FUE: las unidades foliculares se extraen una a una, evitando así una cicatriz visible. Por lo tanto, se necesita mucho más tiempo para la cirugía.
  • Método FUSS: se extrae una tira de cuero cabelludo para conseguir las unidades foliculares e implantarlas posteriormente. Esta técnica no requiere tanto tiempo de cirugía, pero sí un peor postoperatorio y cicatrices visibles con el pelo corto.

En los últimos 20-30 años, estas son las dos técnicas que se vienen empleando para el trasplante capilar. La novedad más relevante se encuentra en los instrumentos empleados durante la cirugía, unos recursos que permiten tratar a cada paciente de manera personalizada. De este modo, pueden utilizar la mejor técnica según el caso y el cuero cabelludo de cada persona en particular.