Puede que te hayas cansado de aquellos tatuajes que te hiciste cuando tenías unos cuantos años menos. Incluso aquellos que te hiciste en aquella noche loca o cuando prometiste amor eterno a tu pareja. Quitar tatuajes es algo más común de lo que podemos pensar y aunque hace unos años era complejo, hoy es posible.

Uno de los métodos más comunes es la eliminación de tatuajes con láser. Con ello, se eliminará un área de tinta inyectada permanentemente de prácticamente cualquier sección del cuerpo.

El láser como método para eliminar definitivamente los tatuajes

Aunque existen diferentes formas para eliminar la tinta de un tatuaje de la piel, el láser es el método más popular. La razón es su alta eficacia y también la ausencia de efectos secundarios graves. El láser para eliminar tatuajes es tu aliado si quieres decirle adiós a un tatuaje del que ya te has aburrido o del que te arrepientas haber hecho.

Es importante tener en cuenta que quitar las partículas de tinta no es fácil. El organismo siempre trata de hacerlo, pero no puede prácticamente nunca. Sabe que las partículas de tinta no son del cuerpo y manda a un ejército de glóbulos blancos a acabar con ellas. Pero la tinta es mucho más grande y los glóbulos blancos solo consiguen erosionarla.

Como es una lucha constante, con el paso del tiempo puede ir haciendo que e el color vaya perdiendo intensidad. A pesar de ello, los glóbulos blancos nunca podrán ganar esa batalla. Nunca podrán eliminar por completo un tatuaje, por eso, se necesita ayuda para acabar con la tinta.

Con un láser se tiene la “guerra” ganada a los tatuajes, aunque no vale cualquiera. Debe ser un láser específico para la eliminación de tatuajes. Son los láseres de pulsación ultracorta, los cuales tienen un funcionamiento específico. Funcionan emitiendo ráfagas muy calientes, cortas y rápidas para conseguir calentar y separar las partículas de tinta.
Otro punto a tener en cuenta es que el procedimiento debe hacerlo un profesional. No es tan sencillo como apuntar y disparar, los pigmentos de la tinta tienen mucha importancia. Muchos pigmentos absorben diferentes longitudes de onda.
Por eso, para que el láser pueda descomponer la tinta, se debe programar en una longitud de onda precisa. Esa es la razón del por qué se necesitará adaptar el láser para acabar por completo con un tatuaje que cuente con muchos pigmentos diferentes.
Ahora ya sabes por qué este proceso tiene tanta eficiencia. Cualquier persona podrá deshacerse de su tatuaje, aunque no quiere decir que pueda hacerse en una única sesión. Será el profesional quien determine las sesiones necesarias para acabar con el tatuaje. De esta forma, podrás decir adiós a ese tatuaje que ya no quieres contigo.