Con la llegada del buen tiempo, comienzan a aparecer los insectos y las molestias que ello conlleva. ¿Quién no ha dormido alguna vez con la ventana abierta y al día siguiente está lleno de pequeñas picaduras? Con la elección de las mejores mosquiteras podremos olvidarnos de las picaduras, presencia de insectos en nuestro hogar o de ese molesto zumbido de los mosquitos que no nos dejan dormir.
¿Qué mosquitera podemos comprar?
En el mercado podemos encontrar un gran número de propuestas diferentes, capaces de adaptarse a la perfección a todos los requisitos que tengamos, como por ejemplo las mosquiteras fijas. Se trata de un bastidor de tela de mosquitera que se coloca en lugares donde sabemos que no hará falta moverlas. Pueden ser sótanos, trasteros, garajes, etc.
Uno de sus principales ventajas es que su tela, compuesta por fibra de vidrio, no tiene por qué ser recogida, como sucede con las mosquiteras enrollables. En este caso, estamos hablando de uno de los modelos más económicos que podemos encontrar y su instalación es muy sencilla. Pueden ir sujetas con soportes, atornilladas o a presión, siempre dependiendo del modelo a elegir.
Las mosquiteras enrollables son otra de las muchas opciones que tenemos a nuestro alcance. En este caso, dadas sus características, podemos tenerlas operativas o no, siempre según nuestras necesidades. Este modelo cuenta con un cajón o cabezal en el que se guarda la mosquitera enrollada, como si se tratase de una persiana. Cuando tiramos de ellas, las extenderemos hasta el punto de anclaje que forma parte de la estructura.
De ellas, hay que decir que son bastante asequibles y muy efectivas. Permiten una correcta entrada de aire y quedan completamente disimuladas cuando están recogidas, siento otro de los puntos fuertes de este modelo.
Las mosquiteras plisadas son otra de las alternativas a nuestras necesidades y al igual que sucede con las enrollables, también podemos extenderlas y plegarlas a conveniencia, aunque en este caso, con un movimiento horizontal.
Son ideales para puertas y son las más utilizadas en ubicaciones de uso frecuente. Pueden parecer grandes, aunque realmente son muy ligeras y se recogen de una manera muy fácil y rápida.
Se extienden y recogen como si se tratase de un acordeón, lo que permite dejar mucho espacio sin ocupar y facilita el acceso por el suelo sin entorpecer el paso, lo que aporta una gran ventaja,
Finalmente nos encontramos con las mosquiteras correderas, muy parecidas a las fijas, aunque gracias a los rodamientos con los que cuentan, permiten un fácil y rápido deslizamiento horizontal a través de los raíles de las ventanas.
En este caso, es muy importante tomar correctamente las medidas para que nos quede correctamente fijada. En caso de las ventanas, la acción del calor continuado puede acabar deformándolas y hacer que la mosquitera no encaje correctamente. Por eso, siempre hay que medir varias veces hasta conocer bien sus dimensiones.
A pesar de ello, también podemos conseguir algunas unidades de ruedas regulables para encajarlas en la mosquitera y de esta forma, disfrutar de todas las ventajas que ello aporta.