Todas las relaciones requieren trabajo, incluso las más sanas, así que ¿cómo saber si nuestros problemas son sólo una fase normal o un signo de una relación tóxica?
La cantidad de trabajo que necesitamos para que funcione varía de una relación a otra. Pero una cosa es segura: después de un tiempo, debería dar sus frutos.
Si intentas que funcione, podrás disfrutar del sol después de la tormenta y salir de ella más fuerte que nunca.
Pero si no es así, y si es una lucha constante con breves ocasiones de felicidad, deberías preguntarte si merece la pena o no.
La psicología de una relación tóxica no siempre es evidente, e incluso si lo es, muchos de nosotros no reconocemos los rasgos de la relación tóxica.
Entonces, ¿cuál es la psicología detrás de las relaciones tóxicas? ¿Puede arreglarse una relación tóxica? Y si no se puede arreglar, ¿cómo dejar una relación tóxica?
El artículo destaca las características de las relaciones tóxicas, por qué nos involucramos en ellas y cómo evitarlas.
Estos son algunos aspectos de relaciones tóxicas para ayudarte a entenderlas y reconocerlas más fácilmente.
¿Qué es una relación tóxica?
A matrimonio o relación tóxica es aquella en la que existe un patrón repetitivo, mutuamente destructivo y poco saludable que causa más daño que bien a ambos individuos.
Puede implicar posesividad, celos, dominación, manipulación, incluso abuso, o una combinación de estos comportamientos tóxicos.
Los miembros de la pareja suelen sentir la necesidad de estar con el otro pase lo que pase, y no son lo suficientemente considerados como para darse cuenta del impacto de su comportamiento en la otra persona.
Sólo quieren aferrarse a su vínculo, sólo por el hecho de estar juntos. Se descuida la calidad del tiempo que pasan juntos.
Suelen confundir amor por hambre emocional y sienten que su cónyuge es de su propiedad por lo que tienen control sobre ellos.
Señales de relaciones tóxicas
En primer lugar, te sientes cansado todo el tiempo y cada situación que se supone que es feliz, una celebración, un cumpleaños, una noche romántica, se convierte en una catástrofe.
Cuando estás de buen humor, tu pareja siempre encuentra la manera de hacer que te sientas deprimido de nuevo. Siempre hay algo de lo que preocuparse, y lo único que quieres es descansar.
Estar incómodo cerca de tu cónyuge también es una clara señal. Sientes que siempre harán algún tipo de comentario sarcástico o te juzgarán hagas lo que hagas.
Siempre te sientes culpable aunque no hayas hecho nada malo.
No parece que recibas el apoyo que necesitas de esta persona; no es un vínculo seguro y saludable. Te sientes como si estuvieras atrapado, sin poder cambiar nada y como si no pudieras hacer nada bien.
Lo más importante en una relación es tener una influencia positiva por parte de tu pareja, y si sientes que tu cónyuge es todo lo contrario, es una clara señal de una pareja tóxica.
Aquí hay más patrones y señales de relaciones tóxicas:
- Siempre estás envuelto en un mal sentimiento.
- Llevando la cuenta de resultados.
- Entierras tus sentimientos y opiniones.
- Una aparente falta de esfuerzo de tu pareja.
- Abuso verbal o físico.
- Comportamiento pasivo-agresivo.
- Falta de límites saludables.
- Inseguridad constante, celos y mentiras.
Por qué nos involucramos en esas relaciones
Aunque sabemos que la efectos de las relaciones tóxicas como las implicaciones para la salud mental, la pérdida de confianza, el estrés y la ansiedad, todos hemos participado en al menos una de ellas. Pero, ¿por qué?
Participar en una relación tóxica tiene tres posibles razones.
En primer lugar, estamos reprimiendo nuestros pensamientos y emociones porque, por alguna razón, creemos que necesitamos a esa persona o que debemos estar con ella. Tal vez sea por los niños o porque asumimos que no nos merecemos algo mejor que eso.
En segundo lugar, tal vez se deba a nuestras propias características indeseables en las que debemos trabajar. Tal vez tengamos miedo de estar solos. O tal vez nos sentimos manipulados por nuestra pareja.
Si somos pasivos, seremos fácilmente manipulados por alguien a quien le gusta dar órdenes y ama el control.
Si nos guiamos fácilmente por la culpa, y si nuestra pareja lo sabe, puede engañarnos fácilmente haciéndonos creer que hemos hecho algo malo.
La tercera razón posible es que todos tenemos algunos problemas no resueltos de nuestra infancia, así que tal vez estamos repitiendo inconscientemente algunos patrones poco saludables en lugar de enfrentarnos a ellos.
Algunas personas se involucran en relaciones porque quieren encontrar a alguien que sea directamente lo opuesto a su padre, hermano o ex pareja.
Así que, simplemente van de un extremo insano a otro, pensando que va a ser la opción correcta.
Cómo evitar una relación tóxica
Cuando tienes problemas en una relación con alguien, tienes que preguntarte de dónde vienen esos problemas.
¿Realmente quieres estar con esta persona? ¿Estás con ella por sus rasgos positivos o porque es mejor que estar solo?
Intenta identificar tus mecanismos de defensa, tus miedos y tus defectos, para ser más consciente de ti mismo y, por tanto, de la razón por la que alguien te atrae.
¿Es tu pareja alguien con quien estás orgullosa de estar porque es alguien respetuoso, admirable, honesto y cariñoso? Si lo es, todavía vale la pena trabajar en ello.
Intenta encontrar la razón por la que sigues con tu pareja y toma el control de tus propias decisiones.
Por lo tanto, la clave es analizarte a ti mismo, a tu pareja y a tu relación. Y, la parte más importante es ser honesto contigo mismo.
Si de alguna manera todavía te encuentras en una relación añadiendo toxicidad en tu vida, tal vez puedas intentar dejar una relación tóxica y seguir adelante.