La depresión es un tema que, a pesar de los años y nuestra evolución social, sigue considerándose tabú. Lo cierto es que se trata de una enfermedad sumamente incapacitante contra la que es necesario luchar con todas nuestras fuerzas pero, no por menos hablar de ella, ésta va a desaparecer.

Muchas personas sufren algún episodio depresivo a lo largo de su vida y el embarazo es uno de esos momentos en los cuales las mujeres se encuentran más vulnerables a sufrirla. Pero, ¿conocemos que es la depresión y cómo puede afectarnos? La depresión consiste en un trastorno del estado anímico que afecta a gran parte de la población y nos hace experimentar cambios severos de humor, tristeza y/o ansiedad. Este tipo de síntomas pueden experimentarse en diverso grado y, en muchos casos, se necesita de ayuda psicológica para poder afrontar la situación y hacernos con las armas necesarias para luchar contra dicho gigante.

La depresión postparto es, precisamente, una depresión de moderada a intensa que sufren muchas mujeres una vez han pasado todo el periodo de embarazo y han dado a luz. Ésta suele presentarse durante los primeros meses una vez se ha alumbrado pero puede darse incluso más tarde y suele hacer que la madre se sienta culpable sobre su situación y la de su bebé.

Aunque se desconocen las causas concretas por las cuales se produce la depresión postparto lo cierto es que puede estar relacionada con los cambios que se producen en los niveles hormonales de nuestro cuerpo durante el embarazo y en las épocas posteriores del mismo.

Entonces, ¿como podemos distinguir si realmente estamos experimentando una episodio de este tipo? Debemos tener en cuenta que no cualquier cambio en el estado anímico implica un cuadro depresivo pero si que debemos estar atentos a los síntomas que puedan indicar la aparición de uno como son la falta de apetito, no querer mantener relaciones sociales, la ansiedad o la tristeza, la irritabilidad o incluso los pensamientos de muerte o suicidio. En cualquier caso, si estamos sospechando de sufrir algún trastorno de este tipo es importante que acudamos a un especialista que pueda asesorarnos y emitir un diagnóstico definitivo al respecto.

Finalmente debemos plantearnos, ¿como podemos afrontar esta situación? Lo primero que debemos hacer es tratar de dejar ser madres perfectas que lo hacen todo bien, la realidad es que la maternidad es una época muy bella pero implica cambios importantes en nuestra vida y es importante asumirlos con calma y sin echarnos toda la culpa a nosotras mismas. Debemos sacar tiempo, además, para nosotros mismos y disfrutar de las relaciones sociales ya que es uno de los campos que suele quedar apartado con la aparición de un niño y puede generar una serie de frustraciones importantes.
No obstante, lo realmente importante es que podamos acudir a algún especialista en el que confiemos y que pueda darnos las pautas para mejorar la situación y aprender a afrontarla de otra manera de cara a un futuro, aprendiendo así de nosotros mismos.