Se sugiere que las personas expresen sus emociones en lugar de mantenerlas interiorizadas. Pero, ¿reconoces los momentos en los que eres culpable de descargarte emocionalmente o desahogarte?

A la hora de soltar las frustraciones, hay una forma adecuada de hacerlo. Significa mostrar consideración por todos los que tienen la amabilidad de escuchar.

Nadie quiere que tus amigos, tus seres queridos o incluso tu pareja eviten las conversaciones. Es vital comportarse de la misma manera que querrías que te trataran.

Los límites saludables son un componente crítico de tu bienestar. Al establecerlos, predica con el ejemplo.

De este modo, los demás sabrán hasta dónde llevar su propia liberación de emociones. Tendrás la misma consideración al reconocer el estado emocional del individuo antes de proceder a desahogar tus frustraciones también, una especie de gesto de respeto para cada parte.

¿Qué es la descarga emocional?

Al intentar describir lo que es el la descarga emocional, el comportamiento es esencialmente desahogo pero de un nivel tóxico.

Es posible que estés descargando angustia emocional sin el permiso de la persona abrumada por la información o los sentimientos, y la persona que escucha puede no estar preparada para un tema tan pesado.

La descarga emocional tóxica ocurre cuando compartes de manera inconsciente, inapropiada y con la esperanza de recibir repetidamente una respuesta empática similar.

La necesidad de validación continua crea una incomodidad que hace que tu «audiencia» encuentre formas de distanciarse de ti. Eso se debe principalmente a que el compañero, amigo o familiar no sabe cómo responder, además de que hay un grado de incomodidad al escuchar detalles emocionales íntimos. Todo esto sin mencionar un resentimiento en desarrollo por no reconocer cómo la descarga emocional frente al intercambio emocional puede afectar a quienes te rodean.

Ejemplos de descarga emocional

La descarga emocional es un comportamiento que drena la energía de los individuos porque descargan un montón de pensamientos y sentimientos personales sobre otras personas. Algunos ejemplos de descarga emocional incluye:

  1. No hay compromisos ni intentos de encontrar una solución al problema, solo se necesita validación
  2. El contexto es el de una víctima
  3. A diferencia del desahogo saludable, hay culpa y actitud defensiva
  4. El problema es repetitivo o se lanzan un montón de problemas a alguien
  5. Las discusiones ocurren a voluntad, no en un horario específico o designado, por lo que la mayoría de las personas no se dan cuenta

5 signos de descarga emocional

Cuando crees que te estás desahogando con alguien, pero estas personas están comenzando a encontrar excusas para poner espacio entre ellos y tú, es cuando la existencia de más descargas podrían estar alejando a tus amigos, familiares e incluso a tu pareja.

Si bien quienes realizan este tipo de descargas emocionales, generalmente no son conscientes de su comportamiento, hay signos de abandono emocional de los que pueden ser consciente. Mira estos:

1. No controlas a las personas

No se te pasa por la cabeza preguntarles a los de tu círculo social sobre su vida, ni les proporcionas una zona segura para que busquen consejo.

2. Relaciones unilaterales

Las relaciones suelen ser unilaterales, compartes pero no escuchas las experiencias personales de las personas de tu entorno.

3. Ser un mal oyente

Mientras compartes tus emociones y sentimientos, no le das a nadie la oportunidad de expresar su opinión sobre la experiencia.

4. Repitiendo patrones pasados

Sin avanzar, sin encontrar un método de afrontamiento, o incluso reformular las diferentes situaciones, repasarás repetidamente la misma experiencia.

5. Abrumar a la persona con tu estrés

Compartes emociones en un momento inapropiado o en un momento en que la persona con la que estás hablando de sus sentimientos se encuentra en un estado vulnerable o estresado.

Descarga emocional frente a desahogo: ¿cuál es la diferencia?

Cuando se analiza la descarga emocional frente al desahogo, se llega a que los dos difieren en que la descarga se sitúa en un escenario mucho más tóxico que el desahogo. El desahogo, cuando se maneja adecuadamente, puede ser un intercambio saludable entre dos personas y generalmente se enfoca en un tema con la intención de encontrar una solución.

Cuando la “audiencia” de alguien que tira se aleja, estas personas se sienten abrumadas y exhaustas por el intercambio. A menudo se les ha pillado desprevenidos cuando la pareja, el amigo o el ser querido se presentan con un montón de sentimientos, emociones o incluso traumas que no esperaban y, por lo general, en el momento más inoportuno.

Con desahogo la pareja comparte sus emociones. Sin embargo, en la situación de descarga emocional, la persona que realiza dicha descarga no se preocupa en absoluto por los sentimientos de la otra persona.

Es una asociación unilateral, sin espacio para que un compañero obtenga apoyo o se exprese.