A cada vino su copa, ¿sabías que deberías escoger un tipo de copa especial para cada variedad de vino?
Elegir copas para el vino de forma correcta, dependerá de varios factores. Como dato curioso, te diremos que, en Borgoña (región francesa), llegaron a crear su propia copa para degustar mejor de sus vinos.
Aunque parezca simple, la forma de la copa es muy importante para un mejor sabor, al igual que la calidad del vino y la temperatura. Como veníamos diciendo, para poder sacar el máximo partido al sabor, debes saber cuál es la copa ideal para cada vino, y el uso correcto de cada una.
Así que, sin más preámbulos, veamos cuales son las mejores copas para el vino.
La copa adecuada para cada vino
Hay una gran variedad de tipos de copas para vino, hechas para potenciar el sabor y otras características propias del vino. Puedes encontrar copas para vino pequeñas, altas, grandes, etc. Todas con un fin en concreto, y hechas de manera especial para cada uno.
Dependiendo de tus gustos, tienes un extenso catálogo de opciones para elegir entre varios tipos de copas de estilo exclusivo. Desde copas diseñadas en concreto para beber un vino de una denominación de origen de preferencia, o ciertas variedades de sabor a uva. Según lo que recomiendan, basta con que tengas de 2 a 4 copas de distinto estilo, para que disfrutes de la mayoría de vinos que existen.
Copas para vinos tintos
La Borgoña (copa de la que hablábamos en la introducción) y la del tipo Burdeos, son los tipos de copas primordiales para comercializar vinos tintos. Este tipo de copa es amplia y facilita la oxigenación. Son copas de tamaño grande y base de cuerpo redondo para que el vino pueda girar en el interior de la copa.
La copa Borgoña cuenta con una base un poco más abultada y el cuello algo cerrado, para concentrar el aroma. Está diseñada para degustar vinos como de la variedad de Pinot Noir. Sin embargo, puede aumentar las características de otros vinos, como los envejecidos de Ribera, Toro, Rioja, o del Bierzo.
El modelo de copa del tipo Burdeos, es el diseño más común. La copa es un poco más estilizada, con la boca más ancha en comparación a la de la Borgoña. Minimiza el sabor amargo de los taninos del vino, y este se esparce desde el centro de la boca.
El Burdeos es especial para vinos tintos jóvenes y crianza. Incluso va bien para un vino blanco seco, o blanco con crianza.
Copas para vinos blancos
Los tipos de copas utilizados para el vino blanco, son muy parecidos a la forma de las del tipo Burdeos. Sin embargo, estas copas tienen el tallo más largo y son de menor tamaño en el cuerpo. Por lo general, la boca de la copa suele ser más abierta, con el fin de potenciar el sabor dulce de los vinos blancos frescos.
EL menor tamaño del cuerpo tiene el objetivo de ayudar a mantener una temperatura baja, y evita que la oxigenación del vino sea excesiva.
Estos tipos de copas son perfectas para servir cualquier tipo de vino blanco, y también ciertos vinos jóvenes afrutados frescos, y vinos rosados.
Copas para vinos espumosos
Es habitual que los vinos espumosos sean servidos en copas del tipo flauta. Estos tipos de copas tienen una forma alargada, estrecha y muy estilizada, al igual que el tallo es fino y largo. Los vinos espumosos deben servirse bien fríos, la forma de las copas del tipo flauta ayudan a que la temperatura se mantenga fría y no suba. Es por esto que son el tipo de copa ideal para vinos espumosos. El cristal de estos tipos de copas suele ser más grueso que el de las demás. Gracias a esto, también se puede apreciar la manera en la que las burbujas del vino suben a la superficie. Al igual que potencia la frescura del vino que puede sentirse en cada sorbo.
Las copas del tipo flauta son las más utilizadas para servir Champagne, Cavas y cualquier tipo de vino espumoso.
Extra para vinos especiales
Si cuentas con los tipos de copas mencionadas arriba, ya puedes disfrutar de casi cualquier vino. Pero como extra, se pueden agregar otros modelos a la lista. El modelo de copa Jerez, este diseño es parecido al de la copa recomendada para vinos espumosos. Con la diferencia de que la copa Jerez tiene el tallo más corto, y es más pequeña.
Otro modelo adecuado podría ser la copa de Oporto, con la boca un poco más cerrada y de cuerpo más ancho. Con esta copa podrás disfrutar de cualquier vino especial; ya sean olorosos, dulces, amontillados, etc.
O bien, los vinos aromáticos que se sirven fríos, se pueden potenciar con esta copa.
¿Qué esperas para ampliar tu colección de copas? Con ayuda de estos consejos podrás degustar al máximo cada vino que la ocasión exija.