Antes de comprar unas zapatillas bebé hay que tener en cuenta una serie de aspectos de gran importancia para acertar de lleno en la compra. En este artículo queremos compartir contigo cuáles son las pautas que debes tener en cuenta en el primer calzado para tu bebé.

Así debe ser el primer calzado para tu bebé

Lo primero que hay que tener en cuenta es que la horma tiene que ser recta. Para notarlo hay que mirar la suela y si no se diferencia entre el derecho el izquierdo es que la horma es completamente recta. En caso de que la horma sea inclinada, puede llegar a deformar los dedos de nuestro retoño.

Si el calzado no tiene costuras será mucho mejor porque no harán daño a los pies delicados del bebé. Además, debe abrocharse de forma que no llegue a incomodarle a la hora de moverse y que pueda hacerlo de manera completamente cómoda.

En caso del material del que pueden estar las zapatillas bebé, hay que apostar siempre por los materiales naturales, bien sea de piel o de tela, algodón preferiblemente. Además, la puntera debe ser redondeada y cerrada, donde el bebé tenga la máxima comodidad para que pueda mover sus dedos.

La suela debe contar con un dibujo multidireccional para evitar que el pequeño pierda agarre y pueda caerse. En este caso, lo normal es que la suela tenga entre 3 y 5 milímetros. Además, el contrafuerte debe llegar un poco más arriba del talón, con lo que permitirá que pueda flexionar el tobillo sin problema.

A la hora de comprar el calzado también puedes tener en cuenta aspectos como el de dibujar el pie del bebé sobre un cartón, después recortarlo dejando un centímetro aproximadamente con respecto al perímetro del pie y así encontrar calzado que no le quede apretado.

Lo recomendable es ir con el bebé a la tienda y probarle el calzado allí mismo. Procurando que haya un espacio entre su pie y el calzado en sí de entre 0,5 a 1 centímetro. Hay que acordarse de presionar en la punta para ver si los dedos rozan con el calzado o no. En caso de que le roce, hay que comprar un número mayor.

Lo que no hay que hacer es adquirir un zapato que le quede una talla mayor para que dure más tiempo. Es un error porque aunque dure más tiempo, el bebé no irá cómodo porque el pie no le quedará encajado bien en el calzado. Se le puede salir o deslizársele el talón.

Recuerda, que es recomendable probarles el calzado en el último momento del día, momento en el que tendrá los pies más hinchados. De esta forma evitaremos comprárselos demasiado ajustados y que les moleste cuando llega el final del día.