Dentro del mundo de los postres, las tartas son algo de lo más apreciado y aunque hoy tenemos opciones tan tentadoras como las hummingird, brownies, tartas con cobertura de buttercream y una larga lista de propuestas de lo más dulce. Pero… ¿qué ocurre con las tartas clásicas? Eso es lo que vamos a compartir con todos vosotros y vosotras, la receta de una de las tartas más conocidas por todos nosotros, la tarta de la abuela.

Se trata de una tarta muy fácil de hacer con la que podemos aprovechar las galletas que nos sobren o prepararlas con un paquete nuevo, así como crema pastelera (o sobres de preparado para hacer flan) y chocolate.

Ingredientes

Para la tarta necesitaremos: 200 gramos de chocolate fondant, 200 mililitros de nata, 50 gramos de mantequilla, leche y varios paquetes de galletas cuadradas. Para la elaboración de la crema pastelera necesitaremos un litro de leche, 200 gramos de azúcar, 10 cucharadas soperas (rasas) de maicena, 6 yemas de huevo, 2 palos de canela y una piel de limón.

Modo de elaboración

Comenzaremos hirviendo la leche junto a la piel del limón y los palos de canela. SI queremos que tenga el mejor sabor debemos cocerla el día antes. Por otro lado derretiremos en un cazo los 200 gramos de azúcar en un poco de la leche que habíamos cocido el día anterior y ya hemos colado. Añadiremos la maicena y las yemas de huevo.

Iremos añadiendo le leche poco a poco mientras va cociendo a fuego lento y vamos removiendo pacientemente. Así seguiremos hasta que la mezcla se espese, procurando que no se pegue en ningún momento. Cuando esté hecha la cubriremos con papal film para que no se forme costra. En este caso el papel film debe estar en contacto con la crema.

El siguiente paso es colocar una capa de galletas en el fondo de un recipiente rectangular o cuadrado. Las galletas deben estar un poco humedecidas en leche, pero muy poco, para que no se rompan. Cuando tengamos la primera capa verteremos la crema pastelera y después dos capas de galletas humedecidas en leche y cuando esté listo lo meteremos todo en la nevera.

Pondremos la nata y el chocolate a fundir en un cazo hasta que el chocolate se derrita, retiraremos el cazo y agregaremos la mantequilla, dejaremos que se atempere y cuando esté un poco más fría esta mezcla la echaremos por la parte superior del molde que tenemos en la nevera.
Con una lengua pastelera alisaremos bien la mezcla y volveremos a meter la tarta en la nevera y lo dejaremos toda la noche para comer al día siguiente. Está verdaderamente deliciosa.