La vitrocerámica es un electrodoméstico imprescindible en la cocina, y está presente en la gran mayoría de hogares españoles. Han acabado sustituyendo a los tradicionales fogones gracias a su seguridad, sencillez y su fácil limpieza, lo que ha hecho que la gente prefiera una vitrocerámica frente a los clásicos fuegos de butano.

La pregunta es: ¿cómo limpiar correctamente una placa vitrocerámica? Y es que su limpieza y mantenimiento son fundamentales para alargar su vida útil, por eso debemos evitar limpiarla de cualquier forma o acabaremos dañando la superficie. Además, si no lo haces bien, perderá el brillo y su aspecto será desastroso. Si quieres saber cómo limpiar la vitrocerámica, ¡sigue leyendo!

Qué es lo mejor para limpiar la vitrocerámica

Las vitrocerámicas suelen caracterizarse por tener una placa de vidrio entre la fuente de calor y aquello que queremos calentar. Esta innovación ha facilitado mucho la limpieza de la cocina, pues no es necesario desmontar ninguna pieza. Sin embargo, al ser de vidrio, debemos realizar una limpieza ideal para no dañarlo ni arañarlo.

Pero, ¿qué es lo mejor para limpiar la vitrocerámica? Desde luego, no puedes utilizar los mismos productos ni utensilios que usabas con los antiguos fogones, pues las placas de vitrocerámica requieren productos específicos para una óptima limpieza.

En cuanto a los utensilios básicos para proceder con la correcta limpieza de una vitrocerámica, tendrás que elegir aquellos más indicados que no vayan a estropear el vidrio, como esponjas suaves, paños o bayetas y un rascador de vitrocerámica. Utiliza utensilios suaves para evitar arañar la superficie.

Para una limpieza en profundidad de tu vitrocerámica, utiliza siempre productos específicos. Estos suelen consistir en una pasta densa que se extiende por la superficie de la placa, se deja actuar unos minutos y se retira con una esponja o el rascador.

No obstante, existen trucos caseros muy útiles para la limpieza de la vitrocerámica. Pero no utilices nunca productos abrasivos como desengrasantes, quitamanchas o limpiahornos, acabarán afectando de forma muy negativa el aspecto de tu vitrocerámica. En cualquier caso, procura que los productos sean de la mejor calidad o tu vitro acabará estropeada con el tiempo.

Cómo se quitan las manchas de la vitrocerámica

Si tu vitrocerámica tiene manchas difíciles de desincrustar y no sabes cómo actuar, a continuación te mostramos una serie de trucos para conseguir un acabado perfecto:

  • Antes de nada, limpia la superficie de la vitro con agua y una pizca de lavavajillas.
  • Si quedan manchas adheridas en la superficie después de utilizar un producto específico, el limón será un aliado muy eficaz. Deja cae unas gotitas de este cítrico en las zonas manchadas, espera unos segundos y limpia los restos con un paño suave. Si no consigues eliminar las manchas, utiliza la rasqueta.
  • El vinagre es otro ingrediente ideal para eliminar las manchas de la vitro. Solo tienes que mezclar un chorrito de vinagre con agua, verterlo sobre las manchas y dejarlo actuar. Retira después con una bayeta, verás como queda limpia y brillante.
  • Si cae comida sobre la vitro y se mancha, retírala de inmediato y cubre la zona con lavavajillas. Si estás cocinando ten mucho cuidado de no quemarte, y una vez que se enfríe, limpia la zona con un paño.
  • Asegúrate de que las ollas y sartenes sean compatibles con tu placa vitrocerámica, pues de lo contrario, acabarán dañándola. Si usas las mismas que para una cocina de gas podrían rayar la superficie y dejar manchas de pintura.
  • Por último, la pasta de dientes también es un producto muy eficaz para retirar las manchas de la vitrocerámica. Y es tan sencillo como aplicar este producto sobre el electrodoméstico y extenderlo bien, dejarlo actuar unos minutos y retirar con un paño húmedo.

Como dejar la vitrocerámica como nueva

Si han aparecido manchas difíciles de eliminar en tu vitrocerámica, te explicamos un método infalible para dejarla como nueva sin apenas esfuerzo. Antes de comenzar, la placa de vitrocerámica debe estar apagada y completamente fría. Te recomendamos que uses guantes y sigas estos pasos:

  1. Esparce una buena cantidad de lavavajillas con la ayuda de una esponja por toda la superficie de la vitro. Hazlo de manera uniforme haciendo especial hincapié en las zonas más sucias.
  2. A continuación, espolvorea bicarbonato de sodio sobre el lavavajillas hasta que haga espuma. Deja que la mezcla actúe durante unos minutos y retira los restos con una esponja suave realizando movimientos circulares. Incide sobre las zonas más manchadas y hazlo sin miedo, pues el bicarbonato limpia y desincrusta sin rayar ni dañar las superficies.
  3. Enjuaga la vitrocerámica con una esponja suave humedecida con un poco de agua y retira los restos de lavavajillas y bicarbonato.
  4. Por último, seca con cuidado la vitrocerámica con una bayeta de microfibra o un poco de papel de cocina para un acabado reluciente. ¡Tu vitrocerámica volverá a estar como nueva!

Cómo limpiar la vitrocerámica de forma natural

Limpiar la vitrocerámica a diario es vital para conservarla en perfecto estado por más tiempo, además, puedes hacerlo con productos naturales. A continuación, te mostramos los más efectivos:

1. Limpieza con zumo de limón

Además de utilizar el zumo de limón para limpiar la vitrocerámica, también puedes frotar la placa directamente con un limón partido por la mitad. Deja que se empape un poco, limpia los restos con un paño y agua limpia, y seca la vitro con un paño seco.

2. Levadura química

Mezcla la levadura con agua hasta obtener una pasta homogénea y cremosa. Aplica el resultado sobre la placa de vitrocerámica, déjala actuar aproximadamente una hora, limpia bien con un paño húmedo y seca la superficie.

3. Bicarbonato de sodio y vinagre

Ya hemos hablado de la efectividad del bicarbonato y el vinagre para limpiar la vitrocerámica, pero si los utilizas juntos, el resultado será asombroso. Mezcla 2 cucharadas de bicarbonato con un poco de vinagre y un chorrito de agua, extiende la pasta sobre la vitro y deja que actúe entre 5 y 10 minutos. Retira los restos con una esponja húmeda y seca con un paño suave.

4. Limpiacristales

Las propiedades del vidrio de la vitrocerámica son semejantes a las de los cristales, por eso un limpiacristales funcionará a la perfección en tu vitro. Después de hacerlo, pasa un paño húmedo por la superficie y sécala.

5. Hielo

El hielo es otro aliado perfecto para eliminar la grasa de la vitro, y el proceso es tan sencillo como frotar con un cubito la superficie durante un minuto. Cuando la suciedad haya desaparecido, utiliza una rasqueta para terminar de limpiar los restos incrustados.