Todos buscamos buenos amigos que nos duren toda la vida y que sean nuestros compañeros en cualquier cosa que hagamos.
A veces, tenemos la suerte de encontrarlos, y otras veces la búsqueda continúa. Todos necesitamos un amigo que pueda compartir nuestros secretos, pensamientos y deseos más profundos y que no nos juzgue ni nos menosprecie. Este amigo es la persona a la que acudir cuando los tiempos son difíciles o cuando las cosas son emocionantes, o cuando necesitas un consejo crucial sobre un tema que te interesa.
¿Puedes elegir a una persona que sea todo lo anterior y en la que puedas confiar plenamente?
¿Has pensado alguna vez que tu pareja podría ser ese amigo especial en tu vida? Tu respuesta debería ser afirmativa. Y si no es así, vamos a descubrir cómo convertir a tu cónyuge en tu mejor amigo. Recuerda que es una calle de doble sentido, y necesitas invertir en esta relación para obtener los resultados deseados.
1. Pasar tiempo de calidad juntos
Salid a eventos o simplemente de excursión como lo haríais con los amigos. Haz recuerdos y pasar momentos de despreocupación sin importar nada más. Ambos deberían volver a casa con un sentimiento mutuo de satisfacción y rezumando felicidad por el tiempo que han pasado juntos.
Es necesario desarrollar algunos intereses que ambos disfruten. Puede que tengas que adaptarte a que te guste esa actividad pero el esfuerzo merecerá la pena.
Te ayudará a conocer otras facetas de tu pareja que no conocías, al igual que ocurre con las amistades. Realizar una actividad compartida ayuda a crear vínculos. A estudio de 2015 sobre la atención conjunta, los objetivos compartidos y el vínculo social realizado por la Universidad de Oxford ha demostrado que las personas pueden formar vínculos si realizan determinadas actividades juntas, incluso con una interacción mínima.
3. Sé amable y gentil con el otro
Los conflictos ocurrirán y deben ocurrir. Tómalos como una oportunidad para conocer mejor al otro y a ti mismo. En todas esas situaciones y en cualquier otra, recuerda ser amable y gentil con el otro. Recuerda siempre corresponder al sentimiento que querrías para ti.
La investigadora matrimonial Terri Orbuch, autora de 5 sencillos pasos para llevar tu matrimonio de bueno a genial, realizó un estudio con 373 parejas durante más de 28 años. Los resultados de este estudio señalaron que los pequeños actos de bondad frecuentes, más que los grandes gestos poco frecuentes, crean más felicidad en una relación.
Podemos tener conflictos con los amigos, pero somos amables con ellos porque, al fin y al cabo, valoramos su amistad. ¿Por qué habría de ser diferente con tu cónyuge?
4. Seguir juntos algunos hábitos diarios
Quedar con los amigos a diario y seguir algún ritual de forma constante os ayuda a estrechar lazos. Del mismo modo, hazte el propósito de establecer un hábito que ambos podáis seguir religiosamente día tras díaTanto es así que un día sin este hábito parece incompleto y sin interés.
Algunos ejemplos son:
- Comprobar el estado de los demás al menos una vez a lo largo del día
- Tener rituales matutinos y nocturnos para recibir a su cónyuge
- Tener momentos en los que mimas a tu pareja
- Compartir textos, vídeos o enlaces divertidos con tu pareja
- Expresar amor en el lenguaje del amor de tu pareja
5. No reste valor a la comunicación
Aunque es importante saber cuándo hay que trazar una línea y limitar algunas cosas en la vida, en general es aconsejable comunicarse libremente para descartar cualquier posibilidad de discordia o descontento. Para que cualquier amistad genuina florezca, es importante poder hablar de cualquier cosa bajo el sol sin ningún tipo de recelo. Una comunicación eficaz también garantiza que ambos sean sinceros y confíen plenamente en el otro.
6. Demuestra que te importa
Quizá lo más importante sea demostrar que te importa. Lo que no se dice no siempre se entiende, de hecho, lo mejor es que hagas saber a tu cónyuge su absoluta importancia en tu vida. Muchas relaciones se esfuman antes de tiempo sólo porque las partes implicadas nunca se dieron cuenta del valor del otro. Estos pequeños gestos contribuyen en gran medida a crear lazos que están por encima de los problemas comunes de la vida.
Reflexiones finales
Los mejores amigos son raros de encontrar, pero también lo son las parejas para toda la vida. Si estás dispuesto a invertir tiempo, paciencia, amor y confianza en el vínculo que compartes con tu cónyuge, podrías tener la suerte de convertir a tu cónyuge en tu mejor amigo.