Cuando por fin conseguimos esa ansiada cita con el chico que nos interesa por norma general, antes o después, los nervios suelen aflorar. Empezamos a plantearnos qué tipo de ropa debemos ponernos para resultarle atractiva, qué tema de conversación debería ser el más apropiado para despertar interés en él…
La regla básica para cualquier primera cita es SER UNA MISMA. De nada va a servir mentir a nuestro acompañante para intentar impresionarle en mayor medida, ya que si la relación prospera antes o después la verdad “saldrá a la luz”.
Otro factor muy importante es la indumentaria que elijamos para la velada. Lo primero que debemos tener en cuenta es el lugar dónde va a tener lugar la cita, no es lo mismo una cena en un restaurante, que acudir a una cafetería a tomar un café a media tarde… Es esencial que nos sintamos cómodas con la ropa que elijamos y nos veamos bien a nosotras mismas, actuando así acertaremos seguro en este aspecto.
Durante la velada debemos medir bien los tiempos. Tenemos que hablar y escuchar por igual. Es tan negativo pasar toda la cita hablando sin dejar a nuestro acompañante participar, como que nos tenga que “sacar las palabras con calzador”.
Existen ciertos temas tabú en toda primera cita. No debemos hablar de relaciones anteriores (ni positiva ni negativamente), es mejor no tratar temas que puedan ser conflictivos como la política, la religión… Es importante no criticar el lugar, a no ser que hayas sido tú quien lo ha elegido y si tienes oportunidad de alagarle con algún comentario ¡no estará de más! Pero eso sí, hazlo sutilmente.
Dado que no siempre las primeras citas son como imaginábamos, lo ideal es tener siempre un plan B por si sentimos la necesidad de marcharnos de allí cuanto antes. Una buena opción es quedar a media tarde, así podremos decir que hemos quedado a cenar con alguien. Y si por el contrario, la cita está siendo todo un éxito, podrás alargarlo todo cuanto deseáis.