Lo que todos llamamos comúnmente botox se llama en realidad toxina botulínica. Es una toxina producida por una bacteria, Clostridium botulinum.

La principal acción de esta toxina es bloquear el impulso nervioso entre una neurona que envía información de contracción y la fibra muscular que recibe esta información nerviosa y que normalmente debe responder contrayéndose.

Esta toxina permite así limitar la contracción de un músculo localmente, por lo que el Botox se utiliza principalmente para tratar las líneas de expresión en la cara.

El Botox también puede utilizarse para tratar la disidrosis o la hipertranspiración, bloqueando la fibra muscular que rodea la glándula sudorípara. Existen varias marcas de toxinas botulínicas, que difieren en cuanto a la dilución, la difusión local una vez inyectadas, la duración de la acción, etc.

Sin embargo, es importante saber que todos estos «botox» son más o menos equivalentes y que la duración de la acción de una toxina varía entre 4 y 6 meses más bien gracias a su metabolismo y a la calidad de sus fibras musculares.

El «botox» ha sido utilizado durante muchos años por los médicos estéticos, incluso si inicialmente fue utilizado por la medicina ORL para tratar los espasmos de la laringe en particular. No hay ninguna alergia en la literatura. Los únicos efectos secundarios que se mencionan son casos de dolores de cabeza o una sensación de dolor de cabeza durante unos días.

Cómo es el tratamiento del Botox

El primer año se debe planificar una inyección cada trimestre para bloquear correctamente las fibras musculares y los años siguientes según la evolución de tu contracción muscular (en promedio 2 a 3 veces al año).

El botox se inyecta directamente en el músculo en el lugar de la arruga para suprimir la contracción voluntaria o involuntaria del músculo responsable de la arruga. La inyección es casi indolora, ya que se utiliza una aguja muy fina. Como consecuencia, puede haber algunos pequeños moretones en el lugar de la inyección.

En el marco de la medicina estética, el botox se inyecta esencialmente en la parte superior de la cara: en la frente, las líneas del entrecejo (arrugas del entrecejo), las patas de gallo (arrugas del contorno de los ojos), pero a veces, según las indicaciones, puede inyectarse en la parte inferior de la cara (barbilla, pliegues de amargura en la comisura de la boca). Ciertas áreas son más delicadas de tratar y dependen de la competencia de su médico.