El matrimonio es una institución antigua que ha sobrevivido a la prueba del tiempo. De hecho, las predicciones apocalípticas sobre las crecientes tasas de divorcio siempre han caído en saco roto, ya que cada vez hay más parejas que deciden casarse.

Pero, es sorprendente ver que, acabamos cometiendo los mismos errores en nuestras relaciones. Parece que nunca aprendemos de los demás. La culpa la tienen nuestras hormonas y millones de años de evolución. La atracción física sigue jugando un papel importante en la elección de nuestra pareja. Sin embargo las exigencias de una relación duradera van más allá de lo que nos digan las hormonas¡!

Si usted realmente de una relación a largo plazo, presta atención a estas tres señales que invariablemente cogen a las parejas desprevenidas. Eso no es todo. Intenta responder a cuatro sencillas preguntas para diagnosticar los problemas fundamentales de tu relación.

1. Expectativas desiguales

La mayoría de las parejas se esfuerzan por mostrar sólo su mejor cara al principio de la relación. Pero, a medida que la relación envejece, los problemas reales empiezan a salir a la luz. De repentela chispa de la relación desaparece. Las cosas se complican y se hacen más difíciles que antes. El culpable, en este caso, es el desajuste expectativas.

A continuación, te presentamos unas sencillas preguntas que te ayudarán a reconocer las expectativas desajustadas:

  1. ¿Qué es lo que más esperas de tu pareja?
  2. ¿Qué esfuerzos hace su pareja para satisfacer sus principales expectativas?
  3. En la última semana, ¿cuántas veces le dijo que no a su pareja por algo?
  4. En las últimas cuatro semanas, ¿cuántas veces le pidió a otra persona algo que debería haber hecho su pareja?

Si su pareja se esfuerza por cumplir sus expectativas principales y tiene una larga lista de cosas que decir para las preguntas 3 y 4, puede que tenga que tener cuidado.

2. Ser egocéntrico

Algunos de nosotros vemos una relación como un trampolín para realizar algo que está cerca de nuestro corazón. Esto no es necesariamente algo malo. Pero, explotar la relación para tu necesidad personal y despreciar las aspiraciones de tu pareja es tóxico.

Haceros estas preguntas para saber si uno de los dos es controlador y manipulador:

  1. ¿En qué ocasiones has antepuesto las necesidades de tu pareja a las tuyas?
  2. ¿Tienes que ceñirte a una rutina específica o pedir permiso a tu pareja para hacer las cosas que quieres?
  3. ¿Has sentido alguna vez que tu pareja ha saboteado tus aspiraciones?
  4. ¿Has sentido alguna vez celos del éxito de su pareja?

3. Mantener el rencor

Las parejas se rompen por varios motivos. El engaño, la falta de comunicación, las discusiones constantes, la falta de intimidad son algunas de las razones. Sin embargola mayoría de estas razones son sólo manifestación de profundamente rencores que desencadenan un comportamiento destructivo. Podrías convertirte en la víctima de la carretera, ya que el rencor suele estar mal dirigido.

Hazte estas preguntas para saber si estás en una relación con rencores no resueltos.

  1. ¿Tú o su pareja veis el mundo en blanco y negro? En otras palabras, ¿alguien tiene razón o está equivocado?
  2. ¿Tú o su pareja tenéis problemas de la infancia que siguen sin resolver (como el abuso sexual o el abandono)?
  3. En las últimas cuatro semanas, ¿con qué frecuencia tú o tu pareja os disculpasteis sinceramente por cualquier falta cometida?
  4. En las últimas cuatro semanas, ¿Cuántas veces tú o su pareja os habéis quejado de cosas que la otra parte consideraba era exagerado?

Haz un esfuerzo consciente para reconocer estas señales de advertencia. Al fin y al cabo, entender por qué tienes problemas en tu relación es el primer paso para arreglarla.