Muchas de nosotras, con la llegada de las bajas temperaturas, comenzamos a notar nuestras manos más ásperas, secas e incluso agrietadas. Para evitar la aparición de estas molestas grietas, es recomendable utilizar jabones de manos con bajo contenido de antiséptico, ya que éste contribuye a que nuestras manos estén más secas. También es importante que, tras lavarnos las manos, las sequemos bien, sin restregar demasiado con la toalla, ya que corremos el riesgo de irritarlas.

Para prevenir la aparición de grietas en las manos, es muy importante que llevemos una dieta rica y equilibrada, porque tanto las vitaminas como los ácidos grasos (principalmente el Omega 6) que nos aportan los alimentos que ingerimos, ayudaran a nuestro organismo a combatir el frío. Y por supuesto, no podemos olvidarnos de llevar siempre en el bolso unos guantes bien calentitos, para los días que el termómetro nos muestre temperaturas muy bajas. Y si, pueden ser «monos» y nos sirven como complemento para nuestro look, ¡mejorado!

En caso de que ya contemos con grietas, siempre existe la posibilidad de recurrir a nuestra farmacia de confianza, donde seguro que nos aconsejaran una buena crema para combatir el problema, aunque os puedo adelantar que las cremas ricas en vitamina E, B5 y A funcionan muy bien en estos casos.

Para aquellas como yo, que prefieran los remedios caseros, podemos optar por elaborar nuestras propias cremas caseras 100% naturales. Existen multitud de opciones, pero en mi opinión, lo mejor es quedarse con aquellas que te permitan recurrir a los armarios de tu casa para encontrar las materias primas.

Cómo hacer una crema casera para las manos

Ingredientes

  • 1 Patata
  • 2 cucharadas de miel
  • 2 cucharadas de leche

Elaboración

Esta crema casera para las manos está compuesta por una patata cocida a la que debemos añadir dos cucharadas de miel y otras dos de leche (ambas cosas una vez que la patata deje de estar caliente). Lo mezclamos todo bien, y una vez que conseguimos una textura cremosa, ya podemos aplicárnosla.

Debemos dejarla actuar unos minutos, unos 15 aproximadamente, y pasado ese tiempo la retiramos con agua templada.

Este proceso podemos acompañarlo diariamente con la aplicación de algún tipo de aceite, como por ejemplo el de rosa mosqueta, por sus propiedades regenerantes, o si no tenéis en casa y no queréis comprarlo, también podéis optar por el aceite de oliva, que como ya sabréis tiene altas propiedades hidratantes.

Seguro que con estos «truquillos» tendremos unas manos estupendas, solo falta que las acompañemos con una bonita manicura. Y recordad, estos son consejillos que a una servidora la funcionan, pero siempre es bueno consultar con vuestro médico aquellos problemas en la piel que podáis tener.